Alguien agitó una mano, quien sea.
Se acrecentó el viento, una corta odisea.
Atraviesa mar,
ruinas, montañas.
Se inquieta conmigo el prado, y te encuentro,
mirada al sol.
Se acrecentó el viento, una corta odisea.
Atraviesa mar,
ruinas, montañas.
Se inquieta conmigo el prado, y te encuentro,
mirada al sol.
Se revela en ti la fascinación.
Se dilatan tus pupilas, y pasión
en esos labios
lacónicos
que bajo mis suspiros idearon el
silencio tuyo.
Te yergues sobre el mundo, su fin nimio,
sobre toda vista, y tu paso eximio
anda por helar,
prisa y ni esperar
el sueño que tengo, olvidando que fui
tu brisa un día.
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